domingo, 22 de septiembre de 2013

Última restauración de Ntro. Padre Jesús Nazareno

En el artículo de este Domingo, os traemos información sobre la restauración a la que fue sometida la talla de Nuestro Padre Jesús Nazareno en el año 1999. Indagando sobre esta, encontramos el diario que realizó su restaurador D. Francisco Berlanga.

Berlanga recibió la Bendita Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno a su taller de la calle Castelar el 24 de Abril, en plena Feria de Abril. Comenta que el traslado desde Arriate a su taller fue muy emotivo, pues fueron muchos devotos los que quisieron despedirse de Él acompañándolo hasta la ciudad de Sevilla.
Después de haberlo estudiado más pormenorizadamente, es el lunes 26 del mismo mes cuando comienza la restauración, haciendo antes que nada un reportaje de 36 fotos desde todos los ángulos posibles, para tener una perfecta documentación gráfica de los daños que grababa la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Tras dicho proceso, se procedió al desmontaje de los brazos y las manos detectando que éstas son de madera de ciprés, y cuyas articulaciones estaban condenadas desde hacía tiempo. Tras esto se procedió a hacer las catas para determinar el disolvente más adecuado, y al limpiarlas, aparecieron tres policromías distintas, siendo la más próxima al soporte una imprimación de tonos amoratados; sobre esta, aparece una de color más pálido con regueros de sangre bien distribuidos; y por último, la que presentaba Nuestro Padre Jesús Nazareno más una capa de barniz tipo Paraloid.
La cabeza de la imagen estaba compuesta por dos maderas distintas, la mascarilla de ciprés y el resto de cedro del Líbano. Este aspecto provocaba distintos índices de contracción y dilatación, apareciendo por la zona de unión de ambas una grieta que circundaba toda la superficie. Para evitar esto en el futuro, se le aplicó varios lazos de cola de milano construidos de madera de ciprés.
La única fijación de la cabeza y el tronco eran tres puntillas de 25 milímetros que fueron retiradas para implantar un nuevo sistema de fijación que consta de una pieza intermedia de madera de ciprés en forma de doble cola de milano, que se insertó sobre la zona del cuello correspondiente al cuerpo y a continuación, en la correspondiente a la cabeza logrando una gran estabilidad.
Tras fijar la cabeza al cuerpo, la comisión de seguimiento visitó el taller de Berlanga, el cuál informó detalladamente el proceso de restauración. Es entonces cuando se le entregó a la Cofradía un tarro de cristal con los restos de madera resultantes de este trabajo, que seguidamente la Cofradía envió al orfebre sevillano D. Manuel de los Ríos para que elaborase un relicario.
El 3 de Mayo, Berlanga procedió a la incorporación de las piezas que le faltaban en las piernas, para las que utiliza madera de Flandes de más de 200 años, procedentes del candelero de Nuestra Señora de la Soledad de la Parroquia de San Pablo de Aznalcázar, que se encontraba también en proceso de restauración.
El 6 de Mayo, el Hermano Mayor (por aquel entonces D. Salvador Conde), junto al Sr. Cura Párroco de Arriate, visitaron el taller, acordando modificar la cintura para darle mejor caída a la túnica, y cuyos restos sobrantes de madera fueran incinerados y depositados en la peana que se le hiciese a la figura. Las medidas de la cintura y caderas eran de 85x101cm., y pasaron a ser de 81x96cm. Todo este proceso de cintura y cadera fue culminado el lunes 10 de Mayo.
Ya el día 11, son implantados en los rotos de la barba del Señor, nueve pequeñas piezas de ciprés, que se retallan siguiendo el mismo trazado del pelo original.
Mientras la restauración se llevaba a cabo, la hermandad encargó la confección de una nueva túnica de terciopelo, trabajo que llevó a cabo D. José María Montes, experimentado modisto. También se aprobó el proyecto de una nueva melena de pelo natural, así como la restauración de la existente a cargo de Dª. Victoria Falcón Rodríguez.
El viernes 14, se le puso de prueba la túnica y se corrigieron las medidas para la definitiva de terciopelo.
El 17 de Mayo, se separa el cuerpo de la peana y se prolongan los tacos de anclaje tanto en largo como en ancho. Se construye una peana de seis centímetros más larga y de ancha, y cuatro de alta. Una vez insertada la talla a dicha peana, se riostra por debajo en todas las direcciones para absorber los cimbres procesionales; después se estucaró y doró la moldura de la misma. También, se le adaptó una cogida para la corona de espinas y las potencias y así evitar futuros roces de las mismas.
El 26 de Mayo, la Imagen ya está en condiciones para empezar a reintegrar de color. Dicho proceso, delicado y que necesita mucha paciencia, comenzó al día siguiente.
El 11 de Junio, se le aplicó pátina a las carnes de la Imagen, para envejecer el aspecto
de la pintura nueva y mimetizarla con la antigua. Seguidamente se acopló el brazo izquierdo para que pudiera abrazar la cruz, movimiento éste que también estaba condenado, pero que en 1914, según documentación fotográfica podía hacer.
Se doró el moldurón de la peana con oro de ley, rozándolo y patinándolo para asemejarlo al primitivo.
El 14 de Junio se le aplicó la cera microcristalina a las carnes, se colocaron las lágrimas, y se le hizo las pestañas y fueron colocadas.
Entonces, siendo Lunes 14 de Junio, a las 13:37 horas, Berlanga da por terminada la restauración de la Bendita Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Esa misma tarde, se hizo la última prueba de túnica y peluca en presencia del Hermano Mayor y el Sr. Cura Párroco, que dieron el visto bueno.


Decir también, que este proceso no fue un camino de rosas, pues en unas de las visitas de la comisión de seguimiento, algunas personas formantes de la misma  mostraron sus disconformidades tanto en la falta de medios técnicos para llevar a cabo el trabajo, como en la mediocridad profesional. A parte de esto, se pudo leer un artículo en un periódico de Málaga con el mismo tipo de difamaciones. En todo momento, el Hermano Mayor y su junta apoyaron a D. Francisco Berlanga, haciendo caso omiso a los comentarios emitidos por algunos de los hermanos.

Oliver Marín Blanco

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