domingo, 9 de febrero de 2014

"Libro de Hermandad" de la Hdad. del Stmo. Cristo de la Sangre

Unas de las joyas más valiosas que poseen nuestras hermandades es sin duda su Libro de Hermandad, donde se recogen los diversos actos de la misma, desde las misas por los difuntos y el inventario de bienes e inmuebles, hasta los actas de los cabildos. Y hoy, desde Nazareno de Cola nos vamos a centrar en el libro de hermandad de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Sangre y Santo Entierro de Cristo, vamos a trasmitiros algunas curiosidades que en él se encuentran y hemos tenido pocas ocasiones de conocer. Algunas de estas curiosidades son: 

Fotografía de José Calle Sánchez
  • Todos los cabildos de la Hermandad se convocaban en la Sacristía de la Parroquia, siempre se celebraban el día de Reyes, y en ellos asistía siempre el Cura Párroco y el Notario Apostílico.
  • Por regla general, todos los hermanos dejaban en sus testamentos algo para la Hermandad, esta costeaba el entierro, la Misa, y la cera que se consumía en el velatorio.
  • El guión de la Hermandad iba a los entierros de los hermanos fallecidos acompañado por 12 hermanos que portaban cirios.
  • Todos los ornamentos de la hermandad (paños, estandartes, lazos de la Cruz,…) fueron de color morado hasta bien entrado el siglo XIX.                                                    
  • Se demuestra que Málaga fue Arzobispado, que nosotros pertenecíamos al arciprestazgo de Olvera.
  • En 1791 se produjo una gran reforma de la Hermandad, que la hizo mejorar y agrandarse.
  • La elección del mayordomo se hacía por voto secreto y plural.
  • En 1794 se construyó el nicho-capilla del Santo Cristo, este se hizo de yeso y argamasa.
  • Para Carnaval, especialmente, la Hermandad realizaba rifas de cerdos, cabras, quesos, gallos,…
  • En el año 1737 la Hermandad compró una trompeta por el precio de 2550 maravedíes (19,92 pst).
  • Desde el principio la Virgen salía a los pies del Santo Cristo, a partir de 1842, lo hizo en un trono a parte, y siempre detrás.
  • La Hermandad poseía un olivar, “El Olivar del Seño”, que proporcionaba aceita para la lámpara de la Capilla del Señor.
  • La primera cuota luminaria de la Hermandad fue de 3 maravedíes.
  • El primer sepulcro que hubo en la Hermandad se compró en 1861.
  • En 1882 hubo una protesta de hermanos por haber sido dados de baja por no pagar la cuota luminaria.
  • Las actas de los Cabildos eran firmadas por todos los hermanos presentes que sabían hacerlo (muy pocos).
  • La hermandad daba 10 reales para la procesión de Padre Jesús el Jueves Santo.
  • Durante los Quinarios, no había bancos suficientes en la Iglesia, tradicionalmente, el dueño del Cine, que era jesuista, los prestaba a la Hermandad, un años este no puedo, y el por entonces mayordomo, Antonio Cabrera Sánchez mandó hacer 10 bancos nuevos, bancos que regaló a la Iglesia y en los cuales ponía en el espaldar “Yo soy del Santo Cristo”.
  • En la Semana Santa de 1937 la Hermandad de los Cristinos perdió a sus titulares. Al conocer esto, la Hermandad de Padre Jesús invitó a los hermanos cristinos a acompañar a su sagrado titular por las calles de Arriate. Gesto de  hermandad y caridad cristiana que honra engrandece a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús.
Pablo Ruíz Dominguez

lunes, 3 de febrero de 2014

La "taza de pedir" de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús

Muy buenas tardes.

Hoy les traemos las imágenes y la historia de esta peculiar, y común, anteriormente, insignia perteneciente a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que no por su valor artístico, pero si por su alto valor significativo, considerada la insignia más antigua de la Cofradía.

La “taza de pedir”, la cual como su nombre indica, era el utensilio con el cuál, los encargados de la Cofradía realizaban la acción de pedir, y en el cuál se depositaban las donaciones. De ahí, a que veamos la deformación de esta por el uso dado durante toda su historia, como podemos presenciar en las imágenes.

A continuación, una breve reseña históricas de los orígenes y el por qué de las Hermandades y Cofradías, y el uso de esta insignia en ellas.

Las Cofradías nacían desde los primeros tiempos para satisfacer una necesidad que, en la sociedad de aquella época, era un tema muy preocupante: dar solución a la idea de que, al fallecer, no permanecieran demasiado tiempo las ánimas en el Purgatorio, dar entierro a sus cuerpos.

El Instituto de las cofradías consistía en la promoción de cultos y oficios religiosos para la constante memoria y auxilio de las ánimas que padecen las penas en el Purgatorio, obligando a los hermanos a pedir limosna para costear los oficios que debía realizar por los hermanos difuntos. 

Es decir, se fundan con una vocación asistencial y de auxilio social, ya que entre sus fines estaban la de asistir a los entierros de los hermanos fallecidos, no ya con su mera presencia, sino con la aportación económica que hacía la propia cofradía para que el hermano difunto, que lo necesitara, tuviese un entierro digno.

Procedía a algo parecido a lo que en la actualidad sería una compañía aseguradora de decesos. De ahí que las Cofradías, casi siempre, se ha distinguido porque los hermanos que la componían venían de las capas más bajas de la sociedad.

Y lo que no se comprendería por gran parte de las personas de hoy en día, hay que verlo bajo el punto de vista de las gentes que vivieron antes de las reformas que se acometieron en el seno de la Iglesia, ante del Concilio Vaticano II. Pues existían varias clases de entierros y funerales, clasificándose según la importancia social del finado que, a su vez, estaban directamente relacionados con su posición económica.

Manuel Melgar Durán