domingo, 18 de agosto de 2013

La Virgen de los Dolores

La historia de nuestro pueblo, su Iglesia y cofradías ha estado ligada desde siempre a una dolorosa, que ha tomado la advocación de “los Dolores”. ¿Cómo ha sido la historia de las antiguas tallas de la Virgen de los Dolores en el pueblo de Arriate?

Anteriormente al año 1936, el pueblo de Arriate poseía una Virgen de los Dolores, talla realizada en torno al año 1843, al coste de 467 reales, y que formaban, junto al primer cristo de la entonces Hermandad de la Vera+Cruz y Sangre de Cristo el pasaje bíblico del "Stabal Mater", estando la talla de la Virgen a los pies del cristo. A partir del año 1882, pasó a ser procesionada en un trono independiente; pero está, junto a otras, se perdió debido a la Guerra.

Tras la  guerra, D. Gabriel Torrico, párroco de Arriate por aquellos años, encargó una nueva imagen. Esta imagen fue pagada por Presentación Cabrera Sánchez, y costó 900 pesetas. Según hemos podido saber, esta misma talla fue vendida años después, al precio de 3.000 pesetas, por D. José Parra Grossi, párroco de Arriate, a una hermandad de Gitanos que se estaba formando en Ronda pero que no llego a procesionar.

Posteriormente la talla fue adquirida por la Hermandad rondeña del Señor Atado a la Columna. En la actualidad esta  dolorosa se encuentra en la Iglesia de San Cristóbal, y se conoce bajo la advocación de “Virgen de la Esperanza”. Dicha dolorosa procesiona cada Miércoles Santo junto al Señor Atado a la Columna y goza de un gran número de devotos.

El 15 de Noviembre de 1950, D. José Parra Grossi, pidió al imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci la elaboración de una nueva imagen de la Virgen de los Dolores. Su precio fue de 3.000 pesetas, y fue costeado de nuevo por la vecina  Presentación Cabrera Sánchez.

Desde entonces, y hasta 1967, la Virgen de los Dolores procesionó el día de Jueves Santo, acompañando a  Jesús Nazareno y portada por hermanos Cristinos, y el Viernes  Santo, acompañando al Santo Cristo de la Sangre y portada por hermanos Jesuistas.
Hasta los años 50 la dolorosa procesionaba también como Soledad, portada por hombres y acompañada por mujeres. En el año 1968, ambas hermandades decidieron que la Virgen de los Dolores no volviera a procesionar con sus titulares, debido a que muchos de los habitantes de Arriate habían emigrado al exterior. Fue a principios de los años 80 cuando las dos hermandades del pueblo recuperaron la tradición de procesionar a la Dolorosa, tal y como sigue en la actualidad.

Tradicionalmente ha sido un grupo de mujeres la que se ha encargado del cuidado de la Virgen, pero no existen documentos que atestigüen la existencia de una hermandad en torno a la Virgen. Fue ya en los años 80 cuando un grupo de vecinas reactivó el culto a la Virgen, con la celebración de un triduo, y se creó un grupo de hermanos y hermanas.

Pablo Ruíz Domínguez

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