martes, 4 de marzo de 2014

"Conviértete y cree en el Evangelio"

Con la imposición de las cenizas, se inicia una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, el comienzo de la Cuaresma.
Este tiempo vigoroso del Año Litúrgico se caracteriza por el mensaje bíblico que puede ser resumido en una sola palabra: "metanoeiete", es decir "Convertíos". Este imperativo es propuesto a la mente de los fieles mediante el rito austero de la imposición de ceniza, el cual, con las palabras "Convertíos y creed en el Evangelio" y con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.
La ceniza, del latín "cinis", es producto de la combustión de algo por el fuego. Muy fácilmente adquirió un sentido simbólico de muerte, caducidad, y en sentido trasladado, de humildad y penitencia. En Jonás 3,6 sirve, por ejemplo, para describir la conversión de los habitantes de Nínive. Muchas veces se une al "polvo" de la tierra: "en verdad soy polvo y ceniza", dice Abraham en Gén. 18,27. El Miércoles de Ceniza, el anterior al primer domingo de Cuaresma (muchos lo entenderán mejor diciendo que es el que sigue al carnaval), realizamos el gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente (fruto de la cremación de las palmas del año pasado). Se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal, y de la marcha de preparación a la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar al -hombre nuevo-, y así celebrar dignamente la Pascua de Resurrección de Cristo.
Mientras el ministro impone la ceniza puede decir estas dos expresiones: "Conviértete y cree en el Evangelio" (Marcos 1,15) y "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver" (Génesis 3,19): un signo y unas palabras que expresan muy bien nuestra caducidad, nuestra conversión y aceptación del Evangelio, o sea, la novedad de vida que Cristo cada año quiere revelarnos en la Pascua.

Cuarenta días, que ayudados por el Ayuno, la Limosna, y la Oración, nos preparan para este camino de conversión.

Así pues, en nuestra localidad, hoy Miércoles de Ceniza, nuestro Rvdo. Rafael Jesús Caro González, oficiará la Santa Misa que de comienzo a la Cuaresma en nuestra Pontificia y Patriarcal Iglesia de San Juán de Letrán a las 19:00 horas de la tarde.

Manuel Melgar Durán

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